La intolerancia al frío en las extremidades es un problema común informado por muchos. Se define como sensibilidad a las temperaturas frías que puede provocar dolor, entumecimiento, hormigueo, debilidad o cambios de color en la extremidad afectada.1 Puede haber un síntoma solo o una combinación de síntomas y comúnmente ocurre después de un traumatismo en la extremidad superior con una intensidad variable. predominio. Graham y Schofield2 informaron que en una cohorte de compensación laboral, más del 90% de los pacientes en el grupo de trauma y del 59% al 69% de los pacientes en el grupo sin trauma reportaron intolerancia al frío.
La intolerancia al frío no siempre se desarrolla en lesiones iguales o similares y no se basa en la gravedad de la lesión. Comprender la etiología es un desafío, pero la teoría más ampliamente aceptada vincula la afección con trastornos en la circulación de las extremidades.3 Nylander et al4 encontraron que los cambios en la vasorregulación de los dedos se asociaban con síntomas de intolerancia al frío. En los dedos reimplantados, la anastomosis de una sola arteria se relacionó con mayores probabilidades de desarrollar o sufrir más intolerancia al frío.5 Puede desarrollarse 6 meses después de la lesión y se ha descubierto que no mejora en los 6 meses siguientes. Vaksvik et al6 informaron una disminución de la hipersensibilidad al frío entre 1 y 2 años y entre 2 y 3 años.
Hasta la fecha no existe consenso sobre el tratamiento de la intolerancia al frío. Ha habido informes sobre la mejora de los síntomas con el tiempo. Graham y Schofield2 informaron, sin embargo, que, por el contrario, el 50% de los casos empeoraron con el tiempo y sólo el 9% mejoraron. Es importante señalar que esto fue para una cohorte de compensación laboral.
Si nos fijamos en el fenómeno de Raynaud, también es una afección que implica una disminución de la circulación en las extremidades debido al vasoespasmo desencadenado por el frío o el estrés.7 Aprendiendo de la experiencia del tratamiento del fenómeno de Raynaud, se ha descrito que las inyecciones de toxina botulínica A son beneficiosas.7, 8, 9
Presentamos dos casos en los que se utilizaron inyecciones de toxina botulínica tipo A para mejorar los síntomas de la intolerancia al frío.
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— JHS GO (@JHSGlobalOnline) June 27, 2024
Use of Botulinum Toxin Injections in the Treatment of Cold Intolerance – PubMed (nih.gov)
Use of Botulinum Toxin Injections in the Treatment of Cold Intolerance – PMC (nih.gov)
Sigamoney KV, Naji S, Hassan Z, McArthur P. Use of Botulinum Toxin Injections in the Treatment of Cold Intolerance. J Hand Surg Glob Online. 2024 Feb 29;6(3):415-417. doi: 10.1016/j.jhsg.2024.01.014. PMID: 38817774; PMCID: PMC11133842.